¿QUÉ SON LOS TUMORES ORBITARIOS?
Los tumores orbitarios son lesiones ocupantes de espacio en la órbita ocular. Estas lesiones pueden ser benignas o malignas, y aunque en la mayoría de los casos son benignas, pueden aumentar de tamaño con el paso del tiempo y producir problemas oculares debido a la compresión de otras estructuras del área.
SÍNTOMAS DE LOS TUMORES ORBITARIOS
El signo clínico más característico de un tumor de la órbita es el exoftalmos (ojos saltones). Los movimientos oculares también pueden verse afectados y en consecuencia podrían producir visión doble.
Los tumores que afectan al nervio óptico pueden alterar la visión más rápidamente. El dolor es un síntoma menos frecuente y más típico de las inflamaciones y/o infecciones orbitarias.
Pueden existir cambios en los párpados, como la inflamación del párpado (edema) o el enrojecimiento del mismo (eritema), que son típicos de procesos infecciosos y/o inflamatorios y de algunos tumores. El párpado también puede estar más retraído, como en el caso de la oftalmopatía tiroidea, o más caído (ptosis palpebral).
TIPOS DE TUMORES Y LESIONES ORBITARIAS
Tumores vasculares
– Hemangiomas cavernosos: tumor benigno, más frecuente en el adulto. Su crecimiento es lento, y solo requiere tratamiento cuando compromete la visión.
– Hemangioma capilar: tumor benigno, más frecuente en la infancia.
– Linfangiomas: son tumores benignos de lento crecimiento, aparecen al nacer o en la primera infancia.
– Lesiones quísticas
– Quiste dermoide: suele aparecer como un bulto en el párpado en los niños.
Tumores del nervio óptico
Son en su mayoría benignos pero pueden provocar pérdida indolora de la visión. Los más frecuentes son:
– Glioma del nervio óptico
– Meningiomas
– Tumores de los nervios periféricos
– Neurofibromas
– Neurilemomas
– Schwannomas
– Tumores de las células musculares
Rabdomiosarcoma
Se trata de un tumor maligno en la edad pediátrica.
Linfomas
Los linfomas son tumores de lenta evolución, de color rosado asalmonado sobre la supeficie ocular.
Tumores de la glándula lagrimal
– Adenoma pleomórfico
– Adenocarcinoma de la glándula lagrimal
– Metástasis
Cualquier tumor del cuerpo puede afectar la órbita por diseminación a distancia.
Orbitopatía tiroidea
Enfermedad inflamatoria orbitaria más frecuente en pacientes con problemas de tiroides. Puede provocar problemas visuales, ojos saltones (exoftalmos), visión doble, molestias oculares superficiales, sequedad ocular, entre otros problemas. En algunos casos requiere tratamiento antinflamatorio y en otros casos cirugía de la órbita (descompresión orbitaria) y cirugía de los párpados para proteger el globo ocular.
Fracturas orbitarias
Suelen producirse por traumatismos faciales graves. En algunas ocasiones los músculos extraoculares pueden quedar atrapados en dichas fracturas y como consecuencia ocasionar visión doble. En estos casos el tratamiento con cirugía es el recomendado. En otros casos el tratamiento está orientado a corregir la posición del ojo, el cual suele verse más hundido en el lado afectado.
¿SE PUEDEN PREVENIR LOS TUMORES ORBITARIOS?
Es importante ante cualquier síntoma orbitario (ojos saltones, párpado caído o retraído, dolor ocular/retrocular o dolor con los movimientos oculares, visión doble, inflamación, enrojecimiento, pérdida de visión, etc), acudir inmediatamente a la consulta con un oftalmólogo especialista en órbita para el manejo adecuado y tratamiento de las lesiones o tumores causantes de dicha sintomatología.
El retraso en el diagnóstico puede hacer más difícil su tratamiento.
TRATAMIENTO DE LOS TUMORES ORBITARIOS
El tratamiento depende del tipo de tumor y de su localización dentro de la órbita.
Los tumores benignos suelen tratarse con revisiones periódicas y pruebas de imagen de forma rutinaria, salvo que produzcan pérdida de visión u otros problemas que comprometan al globo ocular, en cuyo caso el tratamiento sería la extirpación quirúrgica de los mismos.
Por su parte, los tumores malignos suelen extirparse completamente. La cirugía de estos tumores es delicada y se realiza a través de pequeñas incisiones en la piel del párpado (en los pliegues naturales del párpado) o a través de la conjuntiva. Solo en muy pocas ocasiones el tratamiento conlleva a la pérdida del globo ocular y de todas las estructuras de la órbita (exenteración orbitaria).
En otros casos el tratamiento es sistémico con radioterapia y/o quimioterapia.
Es importante valorar cada caso en particular para tomar la decisión más adecuada.
Vissum dispone de los medios adecuados para la realización de una exploración oftalmológica completa, con métodos diagnósticos para las distintas estructuras del sistema ocular, tales como el globo ocular, anejos y órbita; la Ecografía Ocular Orbitaria, Eco A y Eco B; la Tomografía Computerizada; y la Anatomía Patológica.