¿QUÉ ES EL PTERIGION?
El pterigión es un crecimiento del tejido conjuntival hacia la córnea, normalmente en la zona nasal o interna del ojo, pero también aunque menos frecuente se produce en la zona temporal. Suele tener forma triangular y su crecimiento es progresivo.
SÍNTOMAS DEL PTERIGION
Muchas veces, sobre todo en fases iniciales el pterigion es asintomático y el paciente no nota nada.
Pero los síntomas que se pueden asociar a la presencia de un pterigion son principalmente:
– Ojo rojo (se inflama la zona interna del ojo, desde el iris hacia la carúncula, que se localiza en el ángulo interno del ojo).
– Pinchazos, sensación de cuerpo extraño y escozor. Se producen cuando el pterigion está inflamado o cuando la cornea adyacente se seca por mala distribución de la película lagrimal.
– Pérdida de agudeza visual. Se puede producir pérdida de agudeza visual porque el pterigion provoque astigmatismo o porque la invasión corneal llegue a cubrir parcial o totalmente el eje visual.
CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO DEL PTERIGION
El pterigión se relaciona principalmente con la exposición solar crónica y con inflamaciones conjuntivales de repetición.
¿SE PUEDE PREVENIR EL PTERIGION?
La medida preventiva más útil para disminuir su aparición o crecimiento es la utilización de gafas de sol en exteriores.
TRATAMIENTO DEL PTERIGION
El tratamiento del pterigion es quirúrgico. Se utilizan principalmente dos técnicas quirúrgicas. En ambas se extirpa el tejido engrosado y el tejido que invade cornea. Posteriormente se cierra el defecto de dos maneras:
- Suturando la conjuntiva.
- Colocando un injerto de conjuntiva del propio paciente que se extrae de la zona que tapa el parpado superior. Este injerto habitualmente se adhiere con adhesivos tisulares, de manera que no requiere puntos de sutura.
La ventaja principal del autoinjerto conjuntival frente a la sutura directa es que con el autoinjerto disminuimos el riesgo de que el pterigion vuelva a crecer.